Los botelleros refrigerados son unos armarios frigoríficos que pueden regularse a diferentes temperaturas, además de su grado de humedad, con el propósito de mantener frías cualquier bebida
Cuando se decide emprender un negocio en la hostelería, lo mejor es contar con los mejores proveedores de productos, pero también hacerse con el mejor mobiliario y sistemas de conservación de alimentos y bebidas. En ese sentido, hacerse con un botellero refrigerante es esencial. Pero, ¿en qué consiste ese aparato? Pues bien, se trata de una especie de armario con las puertas, normalmente de cristal transparente cuya principal misión es mantener las bebidas y líquidos fríos, también los hay de gran formato con puertas superiores para almacenar gran cantidad de botellas.
Así pues, existen empresas proveedoras de este tipo de elementos y es posible hacerse con botelleros baratos que se pueden colocar en lugares discretos del local, como puede ser bajo la barra o en las cocinas, pero que, igualmente, sirven para exponer las bebidas a la par que estas presentan una perfecta refrigeración. Según las necesidades y preferencias del negocio.
Por tanto, estos botelleros industriales de frío tienen la capacidad de mantener frías las bebidas, lo que permite servirlas en su punto perfecto o en el que los clientes lo reclaman. ¿Qué tipos de bebidas suelen ser las más habituales para almacenar en estos armarios refrigeradores? Sin duda, los refrescos gaseosos, las cervezas, así como los zumos y vinos, al ser las bebidas más consumidas, junto al agua embotellada, son las más susceptibles de guardarse y conservarse en estos espacios.
Todas esas razones llevan a pensar en que a la hora de elegir un botellero barato sobre todo hay que fijarse en su capacidad de almacenaje, en el lugar que va a ocupar en el local y la cantidad de unidades que son capaces de refrigerar, ya que eso será vital para una buena gestión de las existencias de bebidas frías en un negocio.
Lo que hay que tener en cuenta al adquirir un botellero
Es obvio que las cuestiones técnicas también influyen a la hora de elegir un buen botellero refrigerante. De ello, pues, depende la optimización de su uso y, por tanto, las propias ganancias del negocio. En ese sentido, conviene tener algunas cuestiones prioritarias cuando se elige un modelo concreto. Pero, ¿en qué se debe fijar un hostelero o el dueño de una tienda cuando adquiere un botellero de frío?
¿Para qué se quiere el botellero?
Esa es la premisa más esencial, porque, no es lo mismo un botellero para un bar con apertura superior, suelen estar divididos en dos, tres y hasta cinco puertas que se deslizan. Los exteriores son de acero inoxidable, por regla general, y lo mismo en el interior, aunque también hay acabados en galvanizado y aluminio. Suelen ser muy útiles en eventos, en catering y en bares y restaurantes donde hay un gran consumo de bebidas. Que los botelleros en expositores. Suelen tener puertas laterales, casi siempre en cristal, por tanto, se permite exponer las bebidas.
Es un elemento que está más en la función de escaparate o reclamo. En la hostelería sirve para que el propio cliente compruebe que las bebidas, efectivamente, se mantienen siempre frías, e incluso puede suponer un reclamo para exponer las múltiples bebidas y marcas de las que dispone la carta del local.
En definitiva, hacerse con un botellero refrigerante barato dependerá en todo caso de elegir la mejor opción y sobre todo elegir la que sea más acorde al tipo de negocio y de uso que se le dará a la misma. No obstante, lo mejor es hacerlo siempre con proveedores de calidad y que ofrezcan las máximas garantías, calidad y buen precio deben ir siempre de la mano.
En gran medida los amantes de la cerveza fría agradecerán, y mucho, que los botellines y tercios que se conserven en esos botelleros estén en el punto gélido perfecto. Disfrutar, sobre todo en verano, de un refresco frío para mitigar el calor es uno de los placeres que ofrece la hostelería, además de ser espacios donde se comparten momentos inolvidables junto a personas que se tienen en estima.