Editorial Adarve convoca anualmente los Premios Arquero de Plata de Literatura destinados a reconocer las mejores publicaciones de este sello literario español. Después de la selección que debe sufrir toda obra publicada por Adarve, un jurado compuesto por expertos comprometidos con la literatura debe decidir algo aún más difícil: cuáles de entre todas son acreedoras de un reconocimiento de altura.
Segmentadas en diferentes géneros literarios, todos los escritores que han publicado alguna obra en esta editorial con sede en Madrid participan en un certamen al que concurren más de doscientas obras escritas en español, independientemente del origen de su autor o autora. Todos ellos optan, por tanto, al Premio Arquero de Plata en cualquiera de sus géneros.
Jesús María García Albi, de España, con su obra El hípster de la Corte del Emperador resultó ganador del Premio en el apartado de Novela de Ficción Histórica, quedando finalistas el escritor, también español, Pedro Pastor con El hijo del cardenal, Luis Eduardo Uribe, de Colombia, con Leonardo da Vinci, las sombras del futuro y José Antonio Borrás con La perdiz de oro, de España.
En el apartado de Novela de Ficción, José Redondo López con Cartas desde Berlín se hizo con el premio Arquero, siendo finalistas Fernando y José Luis Charro por Ya se acabó el alboroto, Javier Samper por Oscuras luces de septiembre, Marisol Tobillas por Un muerto de menos y Francisco Sandez por Con las alas rotas. Todos los autores que accedieron a esta final eran españoles con excepción del estadounidense Francisco Sandez.
En lo que se refiere al género de Ciencia Ficción, Jesús Almenar Carcavilla obtuvo el Premio de la categoría con El túnel de las esferas. Por su parte, la también autora española Ana B. Sintes con Evengarg. Herederos de la guerra I y David Padilla, de México, con Los últimos centauros fueron finalistas.
En el apartado de Literatura LGBTI, Paz López, de España, con Batalla blanca se hizo en el Premio Arquero de Plata de este género, mientas que el madrileño Fernando García Siles con Alina. Semblanza de una aberración fue un duro finalista.
En lo que se refiere a No Ficción, el salmantino Anselmo Matilla Santos con su Manual de Historia de la Filosofía obtuvo el Premio Arquero, siendo Carmen de la Torre Peña con Siete cristales, siete pasos para alcanzar tus metas y María Vega y la Fundación Quinta con Superhéroes Literales los finalistas.
El escritor polaco-mexicano Alejandro Merino con Cada muerte el fin del mundo se llevó el Premio en el género de poesía, siendo José María García Plata con Palabras y suspiros en el aire y Yolanda F. Rodríguez Toledo, de Cuba, con Dóminus merecidos finalistas.
Al finalizar el acto, le fue entregada a María Vega y Fundación Quinta una mención especial por su obra Superhéroes Literales. Dicha obra es la primera que se publica en España para niños con Trastornos del Espectro Autista.
La gala primaveral de entrega de estos premios tuvo lugar en el salón de actos de la Biblioteca Pública Nicolás Salmerón del madrileño barrio de Chamartín. Tras la ceremonia, que resultó muy entretenida, tuvo lugar un ágape en el transcurso del cual los asistentes tuvieron oportunidad de conocerse personalmente y hablar de la pasión que les une a todos con Editorial Adarve: la pasión por las letras en español.