La educación de los hijos es una de las más relevantes que podemos llegar a asumir como padres. Velar por su correcto desempeño se antoja crucial, determinando en gran medida su desarrollo intelectual y cultural. Cuando los niños crecen y se convierten en adolescentes, toca buscar opciones académicas que contribuyan a mejorar sus competencias. Algo en lo que los programas de estudios en el extranjero resultan de gran ayuda. En este orden de ideas, te animamos a que mandes a tu hijo a cursar 4° de la ESO en Irlanda: una oportunidad única que cambiará por completo sus previsiones académicas.

Haz que aprenda inglés de manera inmersiva

En inglés es el idioma más universal, puesto que la gran mayoría de los países del planeta lo emplean como su segunda lengua. Por consiguiente, aprenderlo de manera integral supone abrir las puertas de lleno a un océano de oportunidades dentro del ámbito laboral. Así que, si quieres que tus hijos sean expertos en la materia, nada como enviarlos a estudiar 4 Eso en Irlanda. Un país angloparlante en el que tendrán una experiencia verdaderamente inmersiva.

Durante todo el año estarán hablando en inglés. No importa si hablamos de las horas lectivas en el colegio, de los ratos libres con sus amigos o incluso en la familia que lo acoja. De este modo, se verá obligado a comunicarse en dicha lengua, lo cual se presenta como la mejor (o más bien única) manera de aprender inglés. Al volver a España, su nivel se habrá multiplicado, habiendo dado un salto increíble de calidad en lo que a su currículum y expediente se refiere.

La calidad educativa por encima de todo

El modelo educativo en España no está entre los mejores del mundo, ni tan siquiera de Europa. Por consiguiente, cuando se valora la posibilidad de que un hijo se vaya a estudiar en Irlanda 4 Eso, hay que tener en cuenta que accederá a un ámbito académico de primera categoría. Tanto docentes como el sistema formativo general en Irlanda gozan de una muy buena reputación internacional, lo cual convierte a este país en un destino idóneo para terminar la Educación Secundaria Obligatoria.

Asimismo, hay que destacar que Irlanda tiene programas muy buenos en lo que respecta a la convalidación de las asignaturas. Algo que simplifica en gran medida este tipo de trámites, asegurando que el alumno no tiene ningún tipo de problema al otorgar validez a sus calificaciones obtenidas en el extranjero. Una ventaja de la que ciertas compañías se han hecho eco, poniéndose a tu servicio para que puedas contratar con ellos un servicio de gestión integral para matricular a tu hijo en escuelas en Irlanda.

Una vivencia para su desarrollo personal

El desarrollo académico no es más que la punta del iceberg, habiendo de conceder el mismo interés a su crecimiento en lo personal y emocional. Si el joven está siempre en casa, dependiendo de sus padres y utilizándolos como soporte continuamente, es muy difícil que madure como toca. Por lo que esta vivencia es de lo más satisfactoria para su futuro.

Estudiando un año en Irlanda aprenderá en primera persona valores como la responsabilidad, la autonomía y la independencia. Eso sí, te tenemos que avisar de que el niño que se va no vuelve siendo el mismo, habiendo cambiado en gran medida para entrar así de lleno en la edad adulta. Todo ello, claro está, con una gran sonrisa en el rostro.

Haz que conozca a gente multicultural

El valor de la cultura también resulta sumamente importante en la etapa estudiantil y, en este sentido, visitar otros países y conocer otras dinámicas de vida es la mejor experiencia posible para incrementarlo. Porque el mundo está para descubrirlo y esta decisión formativa es una oportunidad única en la vida.

Asimismo, hay que destacar que allí conocerá a gente proveniente de otros tantos países. Tendrá un año de educación dentro de un entorno multicultural, aprendiendo así a respetar a los demás sin importar su procedencia. Sin duda alguna, un valor esencial para su futuro tanto laboral como social.