Dejo larvado el fascismo franquista que hoy, paradójicamente, aparece disfrazado de democracia envuelto en los ropajes de esa Constitución, una Constitución fracasada para la democracia y los derechos que amparan la dignidad de las personas.
No hay ninguna distancia entre la Constitución del 78 -impregnada del artículo 155 que se añade a todos los contenidos que desprecian la soberanía de los ciudadanos- y las Leyes Fundamentales del Movimiento. Esta Constitución -como si eso fuera posible- pretende la convivencia de Dictadura y Democracia, para, finalmente, poder ser sólo Dictadura, aun con ese disfraz.
Para entender la situación actual de Cataluña y España, no podemos olvidar como nació la Constitución de 1978: Un pacto entre el fascismo español franquista (sociológicamente, hoy identificado con el Partido Popular), otros que proviniendo del mismo origen franquista querían -con alguna sinceridad- evolucionar el Sistema (los identificaremos con la UCD, ya desaparecido ese centro), los socialistas (también un partido corrupto y ya trastocado el socialismo en una socialdemocracia con aspiraciones burguesas, dejado atrás el socialismo histórico que representaba Rodolfo Llopis) y el Partido comunista español, que sufrió en mayor medida -muy olvidado- la represión franquista.+