Comer saludable no tiene por qué ser sinónimo de comidas aburridas y sin sabor. Todo lo contrario, es posible hacer las más deliciosas preparaciones con ingredientes naturales como la harina de garbanzo o el trigo sarraceno, por solo poner dos ejemplos. Estos ingredientes, no solo aportan a tu cuerpo una gran cantidad de nutrientes, sino también todo el sabor que tus recetas necesitan.
Harina de garbanzos: nutrición y sabor
Un ingrediente indispensable en tu cocina si deseas preparar comidas más saludables, pero igualmente deliciosas es la harina de garbanzo. Esta harina es cada día más utilizada porque es una harina sin gluten, aunque puede ser utilizada por todas las personas, aun cuando no sean alérgicas a este elemento.
Además de ser una harina sin gluten, también se destaca por tener una gran cantidad de propiedades nutricionales. Vitaminas, minerales, alto contenido de proteínas vegetales y fibra, entre muchos otros elementos. De allí que su consumo regular aporta numerosos beneficios al organismo, como reducción del colesterol malo, facilidad para hacer la digestión, baja en calorías, entre otros.
Otra ventaja de la harina de garbanzo es su versatilidad. Es un ingrediente que puedes utilizar como base para una amplia variedad de recetas, aporta una gran textura a las comidas y también un sabor delicioso.
Puedes utilizar la harina de garbanzo para muchas preparaciones tanto saladas como dulces. De hecho, es muy utilizada para hacer repostería sin gluten y el resultado es magnífico. También se puede utilizar como un sustituto del huevo, ya que permite obtener una textura similar a este ingrediente y así elaborar deliciosas tortillas.
A continuación, algunos de los beneficios más destacados de incorporar la harina de garbanzo a tus comidas de forma regular:
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Aporta hidratos de carbono de liberación lenta, elemento clave que no solo facilita la digestión, sino que además proporciona un mayor efecto de saciedad. De allí que su consumo sea recomendado para las personas que desean reducir su peso corporal.
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Aporta muchas vitaminas y minerales, entre las que se destacan las vitaminas del grupo B (excepto B12) y el ácido fólico
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Aporta ácidos grasos como Omega 6, esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.
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Es rica en fibra y proteínas vegetales.
Trigo sarraceno: versátil y delicioso
Otro ingrediente natural, versátil y muy saludable es el trigo sarraceno. Además de su practicidad, este ingrediente es conocido por ser utilizado para una gran variedad de preparaciones desde hace, aproximadamente, 7.000 años. Sin embargo, ha ganado mucha popularidad recientemente porque cada vez son más conocidas sus diferentes propiedades.
Al igual que la harina de garbanzos, una característica que destaca a este ingrediente es que es apto para las personas que son alérgicas al gluten, pero además de ello, provee de muchos otros beneficios y esto se debe, principalmente, a que es rico en minerales y antioxidantes.
Tiene un alto contenido en minerales que son esenciales para nuestro organismo, como el fósforo, hierro, magnesio, potasio. También aporta una buena cantidad de fibra, de allí que su consumo regular sea tan beneficioso para todo lo relacionado con el aparato digestivo.
Los antioxidantes son otros de los grandes protagonistas de este alimento. Son claves para reducir la oxidación natural de las células, regular la presión sanguínea y para desinflamar. Los antioxidantes son claves para reducir las probabilidades de padecer una amplia variedad de enfermedades, así como también para reducir los primeros signos de la edad.
Además de los antioxidantes, el trigo de sarraceno también contribuye a reducir el colesterol malo en sangre. De allí que, junto a una alimentación saludable y haciendo actividad física moderada, también contribuya al cuidado de la salud cardiovascular.
El trigo de sarraceno no solo aporta beneficios al organismo, sino también textura y sabor a las diferentes preparaciones en que lo incorporamos. Es así cómo puedes utilizar este ingrediente para preparar unas ricas hamburguesas, muffins, pan, tartas, crepes, cucús y hasta paella.
La harina de garbanzo y el trigo de sarraceno son dos ejemplos de ingredientes que puedes utilizar para preparar comidas más saludables pero igual de deliciosas. La creatividad es clave para desarrollar buenos hábitos alimenticios, aspecto clave para disfrutar de una mejor calidad de vida.
