ARCO IRIS ha dirigido una protesta a la Fundación Starlight, con sede en Canarias, por la concesión al cluster eólico de EDP y otros de la certificación ambiental que califica a un monstruo ambiental como “sostenible” y óptimo para la observación astronómica, al estilo de Trevinca o las Cíes. Estas dos zonas ya gozan del certificado Starlight.

Sin embargo, la diferencia con Cíes y Trevinca es que el Super Parque Costa da Morte impedirá la observación del cielo a causa de su enorme contaminación lumínica, al estar obligados los gigantescos molinos a llevar tres tipos de señalizaciones, al superar los 100 metros de altura.

El "Complejo eólico Costa da Morte", integrado por 6 proyectos eólicos de la multinacional EDP Renovables y un total de 35 aerogeneradores de 200 metros de altura total, refleja que este tipo de planes empresariales son una amenaza no solo para el paisaje y la biodiversidad, sino para el propio cielo nocturno, pues debido a la enorme dimensión de este tipo de máquinas la señalización luminosa es obligatoria de noche conforme a las directrices de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA).

video contaminación lumínica en Cataluña

La urgencia con que Starlight, cuyos directivos fueron agasajados a bombo y platillo y a cuerpo de rey el pasado verano por las fuerzas vivas comarcales, ha tramitado este apestoso asunto, se debe a la próxima celebración de FITUR en Madrid, feria a la que acudirán alcaldes y otras fuerzas vivas (cuya identidad es ya conocida y será anunciada en su día) para intentar colar como un maravilloso reclamo turístico lo que no es más que un engendro industrial monstruoso que acabará con rl turismo en la Costa da Morte.

El afán por hacer de la necesidad virtud no puede llegar a estos extremos inmorales. Por todo lo expuesto, ARCO IRIS ha instado a la Fundación Starlight a reconsiderar la certificación concedida y a convertir un error manifiesto en una necesaria rectificación, en linea con los principios de una entidad cuyo prestigio será puesto en duda tras esta descarada maniobra de greenwashing que vulnera la Declaración de La Palma.