El presidente de la autonomía española gallega, Alberto Núñez Feijóo, le acaba de conceder la Medalla de Oro de Galicia 2019, a los presidentes de las autonomías españolas de Asturias y Castilla-León, que junto a él, vienen llevando a cabo una serie de iniciativas y propuestas públicas sobre el Noroeste español, el suicidio demográfico, etc.
Se imaginan ustedes que, por poner por caso, los políticos del G20, G8, G8+5, G7... se autoconcediesen una medalla...
Además, en el caso de la Medalla de oro de Galicia 2019, no sólo es una concesión a dichos presidentes autonómicos, sino, simbólicamente, una autoconcesión que se hace el presidente Feijóo.
Creo que es un grave error, pues, en mi opinión, las principales distinciones, premios, medallas, etc., que conceden los políticos, representantes públicos, no se deben conceder a políticos, como los señalados, etc., que han sido elegidos, están ahí para resolver, deontológica, muy humilde y eficientemente, los problemas sociales y que, además, cobran para ello y vienen gozando de importantes privilegios públicos.
Creo que las medallas, distinciones, premios, etc., deben concederse, con justicia justa muy bien medida, a aquellas personas, individuales y sociales, que, al margen de la politiquería, partidismo, sindicalerismo, corporativismo, narcisismo individual y de grupo, nepotismo-familiarismo, amiguismo, clientelismo, tajadismos varios, han destacado, honrada, muy humilde y rigurosamente, por hacer el bien, por contribuir al bien.
mcancio