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Povisa: Un parásito de la sanidad pública de Vigo, alimentado por el PP bajo un pozo sin fondo de gasto público y un negocio en manos de multinacionales

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24 Febrero 2025 - En Portada - Correo electrónico - Imprimir 1269 votos

Rueda destaca la labor de los 48.000 profesionales del ámbito sanitario que  hicieron posible garantizar una asistencia de calidad en toda Galicia  durante el verano - Xunta de GaliciaLa gestión del hospital privado Povisa en Vigo se ha convertido en un símbolo de cómo los intereses empresariales y las multinacionales pueden erosionar un sistema sanitario público que debería priorizar el bienestar ciudadano. Con estrategias opacas, cambios de modelo a conveniencia y una escalada de exigencias económicas, Povisa no solo drena recursos públicos, sino que debilita servicios esenciales para la población.

1. Juegos de poder con el SERGAS: prórrogas irregulares y cambios de modelo

El llamado Concierto Singular entre Povisa y el Servizo Galego de Saúde (SERGAS) venció en agosto de 2023. Sin embargo, el hospital ha solicitado tres prórrogas irregulares, la última de las cuales expira este 24 de febrero. Este modus operandi no es nuevo: Povisa lleva años manipulando las reglas del juego. Hasta 2014, cobraba por actividad realizada; luego logró imponer un pago fijo de 540 euros por habitante al año (independientemente del uso real de los servicios). Ahora, exige volver a un modelo por actividad, pero con una trampa: fijar un techo de ingresos basado en su propia actividad de 2023, lo que garantiza beneficios millonarios.

2. 97,5 millones al año: más dinero, menos servicios y población atendida

Povisa pretende recibir 97,5 millones de euros anuales, un 16% más que los 83,7 millones que percibía en 2023. La contradicción salta a la vista:

  • Reducción de población cubierta: De 123.000 a 115.000 usuarios (8.000 menos).
  • Recortes de servicios clave: Elimina electrofisiología, neurocirugía y atención a grandes quemados, además de externalizar costes como hemoderivados, prótesis o formación de residentes (un ahorro millonario para ellos).
  • Menos gasto, más ingresos: A menor actividad, menor debería ser el coste para las arcas públicas. Pero Povisa exige lo contrario.

3. Vigo, perjudicada: servicios derivados a A Coruña, no al Cunqueiro

La eliminación de servicios especializados en Povisa no solo perjudica a los pacientes, sino que desangra el sistema público de Vigo. En lugar de reforzar el Hospital Álvaro Cunqueiro, referencia pública de la ciudad, los casos complejos se derivarán a A Coruña. Esto supone un doble golpe: desmantelamiento de la atención local y mayor carga para familias que deben desplazarse.

4. Contratos cortos, beneficios eternos: la estrategia de lucro

En 2014, el concierto con Povisa se firmó por 10 años. Ahora, la empresa exige reducir la vigencia a dos años, lo que le permitiría renegociar condiciones —y aumentar ingresos— periódicamente. El Consello de Contas ya denunció esta práctica en el pasado: Povisa ha modificado cláusulas a su favor una y otra vez, convirtiendo el contrato en un pozo sin fondo para el erario público.

5. Un negocio multinacional: de Galicia al mundo

Povisa ya no es gallega. En 2019, la familia Silveira lo vendió al Grupo Ribeira Saúde, que luego lo traspasó a la aseguradora estadounidense Centene, y esta al grupo francés Vivalto. Para estas multinacionales, la salud de los 115.000 vigueses (y de municipios como Cangas, Moaña, Baiona o Nigrán) es solo un balance contable. Su prioridad no es la calidad asistencial, sino maximizar dividendos.

Conclusión: Defender lo público frente al lucro privado

La Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública lleva años alertando: Povisa es un modelo de privatización encubierta que parasita recursos, fragmenta servicios y pone en riesgo a pacientes. Mientras el SERGAS cede ante sus presiones, Vigo pierde capacidad sanitaria y los ciudadanos pagan la factura.

Urge revertir esta dinámica. La sanidad pública debe priorizar personas, no negocios. Exigimos transparencia en los conciertos, inversión en el Cunqueiro y un sistema que no permita que multinacionales jueguen con la salud de Galicia.

¡La salud no es mercancía!
Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública

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