Por Miguel Delgado, Director de www.XornalGalicia.com

Galicia, desde su arraigada ideología social, silenciada y oculta tras el miedo atroz heredado del régimen franquista, sigue siendo un reflejo de una doctrina paternalista que, aunque maquillada, continúa aplicándose bajo la máscara de ayudas sociales. Durante los últimos once años, el gobierno liderado por Alberto Núñez Feijóo, manejado como un títere por María del Mar Sánchez Sierra, ha desplegado un régimen autoritario que utiliza la agresión psicológica y judicial para silenciar a quienes osen disentir. Galicia ha hipotecado su presente y futuro, convirtiéndose en una autonomía gestionada por intereses foráneos, como los del venezolano Juan Carlos Escotet, íntimo de Hugo Chávez, quien opera sin vínculos con la identidad gallega ni con su legado bretón.

Hoy, Escotet y el propio Gobierno de España imponen a Galicia la "Ley del Talión", como un castigo por el modelo de gobierno implementado por Feijóo, movido por los hilos de Mar Sánchez Sierra. Un modelo que desconcertó incluso a los movimientos independentistas al ignorar sistemáticamente condenas a regímenes como el cubano, mientras Feijóo estrechaba lazos con Urkullu y desmoronaba la imagen de Pablo Casado, evidenciando que los negocios turbios priman sobre los ideales políticos.

El apoyo de Feijóo a Urkullu, al régimen cubano e incluso a Nicolás Maduro no es nuevo. Su asesora, Mar Sánchez Sierra, ha trabajado incansablemente para incluir a Feijóo en agendas internacionales bajo un discurso de falsa buena voluntad, que sistemáticamente termina vinculado a mafias de corrupción con alarmantes huídas de esos países . Desde las perforaciones petrolíferas de Pemex en la Patagonia, pasando por la destrucción del Hospital Gallego en Argentina, hasta el blanqueo de capitales en Venezuela bajo el gobierno de Maduro y las conexiones con Emilio Lozoya en México, Feijóo y Sánchez Sierra han tejido una red de actuaciones cuestionables que han puesto en jaque su retorno seguro a ciertos países.

En Galicia, la dictadura instalada en la Xunta de Galicia por este binomio ha vaciado de sentido conceptos como la ley y la transparencia, reduciéndolos a meras formalidades. El saqueo de fondos públicos ha favorecido a clanes familiares y amistades cercanas, mientras se asfixia cualquier intento de fiscalización.

La impunidad promovida por Mar Sánchez Sierra, instigando el control judicial para archivar denuncias y neutralizar investigaciones sobre corrupción, ha degradado aún más la autonomía. La represión judicial y mediática se ha extendido a todo aquel que no baile al compás de los intereses del Partido Popular de Galicia (PPdeG). El periodismo independiente ha sido reducido a cenizas bajo el asedio de una prensa cómplice controlada desde la Secretaría de Medios, encabezada por Sánchez Sierra.

Además, durante la última década, Sánchez Sierra ha dirigido campañas de desinformación desde los centros educativos hasta las residencias de mayores, inculcando odio y divisiones para perpetuar su poder.

La Navidad en Galicia, se ha convertido en un recordatorio de una autonomía política, económica y socialmente quebrada. Más de un millón de personas sobreviven bajo el umbral de la pobreza, mientras el éxodo de jóvenes supera los 300.000. La RISGA (Renta de Inclusión Social de Galicia) sigue estancada en niveles de hace 15 años, mientras las élites políticas del PPdeG han incrementado sus sueldos en un 300%.

Galicia, a través del Clan d elos Rueda sigue bajo el liderazgo de Feijóo y la maldad calculada de Mar Sánchez Sierra, es hoy un reflejo de calamidades comparable únicamente con Cuba o Venezuela.  Los rastros de corrupción de ambos han atraído investigaciones fiscales internacionales, que podrían terminar de desenmascarar su régimen.

En pleno siglo XXI, Galicia enfrenta una grave confusión entre la política decente y la corrupción institucionalizada. Este modelo basado en el miedo, la violencia política y la persecución social, ha roto los cimientos de una comunidad que alguna vez soñó con progreso. En cualquier momento, el peso de la Ley del Talión podría caer sobre quienes traicionaron a Galicia durante una década, despertando la conciencia social para recuperar el futuro que les pertenece, irremediablemente España ha sido alcanzada en su ADN al concluir con lo peor de las cloacas para intentar llevar a la Moncloa al Monicreque de Feijóo. Las entrañas de Pedro Sánchez y su Mujer Begoña Gómez ya lo siente más que nadie, todos se preguntan por que se hacen todos oídos sordos sobre la asesora de Feijóo, que sabe que no la quieren enfrentar.