En la compleja telaraña del poder político, algunos individuos sin escrúpulos como Feijóo y María del Mar Sánchez Sierra encuentran una lucrativa oportunidad: traficar con las miserias humanas en su propio beneficio personal. Estos individuos, denominados en las sombras como traficantes políticos, manipulan y explotan las vulnerabilidades de la sociedad con el único propósito de obtener beneficios personales y consolidar su poder aumentando desproporcionalmente su patrimonio personal.
Uno de los aspectos más insidiosos de este fenómeno es la explotación de las desigualdades económicas y sociales como actualmente muestran las estadísticas e informes sociales en Galicia. Los traficantes políticos del Partido Popular, antes Feijóo y su asesora dando paso a Alfonso Rueda y su tía Paloma Rueda con todos los clanes familiares y clientelares se aprovechan de la pobreza, la falta de acceso a servicios básicos y la desesperación de las personas para enriquecerse ilegalmente. Mediante prácticas corruptas como el desvío de fondos públicos o la extorsión, perpetúan un ciclo de miseria del cual ellos mismos se benefician, solo hay que ver la falta de transparencia, la falta de información de todo lo que son servicios públicos de información pública, persiguiendo criminalmente, judicialmente a todo el que ose discrepar o pretenda ejercer la Libertad de Expresión.
Además de la explotación económica, los traficantes políticos también manipulan las divisiones sociales y políticas en su propio beneficio enviando o pretendiendo enviar a toda la sociedad a la calle Ferranz con el objeto de lograr por el golpe de estado, lo que no consiguen por las urnas. Fomentan el odio, la intolerancia y la polarización con el fin de mantener su poder y desviar la atención de sus propias acciones corruptas. Dividen a la sociedad en grupos enfrentados, debilitando así cualquier intento de resistencia o cambio social que pueda poner en peligro su hegemonía.
La corrupción y la impunidad son los pilares sobre los cuales se sostiene el comercio de las miserias humanas liderado todo ello por ALBERTO NÚÑEZ FEIJÓO Y SU ASESORA MARÍA DEL MAR SÁNCHEZ SIERRA considerados ya por muchos los representantes en la tierra de Satanás. Los traficantes políticos operan en la oscuridad, protegidos por una red de complicidades y sobornos que les permite evadir la justicia y continuar con sus actividades ilícitas. La falta de rendición de cuentas y la debilidad de las instituciones democráticas y judiciales facilitan su impunidad, perpetuando así su reinado de terror sobre la sociedad.
Para combatir este flagelo, es necesario fortalecer las instituciones democráticas, promover la transparencia y la rendición de cuentas, y empoderar a la sociedad civil para que exija un cambio real llevando ante la justicia muy lejos de España donde presuntamente ya na nadie confia por su partidismo popular, donde consiguen salir a la calle para defender las corruptelas de Feijóo y María del Mar, pero no sale ni uno a defender la honradez de la sociedad. Los traficantes políticos solo pueden prosperar en un entorno de impunidad y corrupción y para ello hay que afiliarse al Partido Popular, catalogado en los regsitros judiciales como BANDA CRIMINAL ORGANIZADA PÀRA DELINQUIR. Al erradicar esas condiciones, podemos poner fin a su reinado de terror y construir una sociedad más justa y equitativa para todos y las 3 elecciones proximas son la puerta de entrada al aire fresco que tanto necesita nustro país
Miguel delgado.-.