En el entramado político y empresarial gallego, pocas historias reflejan con tanta crudeza la mezcla de intereses opacos, amiguismo y abuso de poder como la que vincula a Sargadelos , Eva Cárdenas Botas (pareja del presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo) y el propio Feijóo. Un caso que no solo pone en evidencia las dinámicas poco transparentes que rigen la administración pública y el tejido empresarial en Galicia, sino que también deja al descubierto cómo los símbolos culturales e históricos de la comunidad pueden ser utilizados como herramientas de presión y negociación personal.

El cierre estratégico de Sargadelos: una maniobra extorsiva bajo sospecha

El episodio más reciente que ha sacudido a la emblemática fábrica de cerámica de Sargadelos comenzó cuando su propietario, Segismundo García, anunció el cierre temporal de la planta en Cervo. La justificación oficial fue un conflicto con la Inspección de Trabajo, que había impuesto una multa de 5.000 euros por 36 sanciones relacionadas con prácticas laborales que ponían en riesgo la salud de los trabajadores . Sin embargo, lo llamativo no es la cuantía de la multa —ridículamente baja en comparación con los beneficios de la empresa—, sino la reacción desproporcionada del dueño: cerrar completamente la fábrica y dejar sin empleo a sus trabajadores, generando la amenaza directa de una crisis social y económica en la comarca a lo Donal Tramp.

Días después, y sin que se conociera ni la resolución del conflicto ni la eliminación de las irregularidades denunciadas, Segismundo García anunció la reapertura de la fábrica. Este giro abrupto levantó aún más sospechas sobre la verdadera naturaleza del cierre: ¿fue acaso una estrategia para presionar a las autoridades y obtener algún tipo de beneficio o indulgencia? ¿O simplemente una demostración de poder frente a los empleados y la opinión pública?

Lo que resulta evidente es que el comportamiento del propietario de Sargadelos no se ajusta a los estándares éticos esperados de un empresario responsable. Más allá de las razones oficiales, este episodio deja en claro que la gestión de la histórica fábrica está marcada por decisiones arbitrarias y opacas, que priorizan intereses particulares sobre el bienestar de los trabajadores y la comunidad.

Eva Cárdenas Botas: más allá de una "simple amistad"

Pero el caso de Sargadelos no se limita a las prácticas empresariales de su dueño. En el centro de esta historia encontramos a Eva Cárdenas Botas , pareja sentimental de Alberto Núñez Feijóo, quien según diversas fuentes ha mantenido una relación estrecha con la dirección de la empresa. Según declaraciones recogidas por Xornal Galicia , Eva Cárdenas habría sido contratada como asesora para abrir nuevos mercados en México, aprovechando su supuesta red de contactos internacionales.

Sin embargo, estas afirmaciones han generado numerosas dudas. ¿Qué experiencia o formación específica tiene Eva Cárdenas para desempeñar este papel? ¿Acaso su vinculación con Feijóo no podría haber facilitado estas oportunidades empresariales? Y lo más preocupante: ¿cómo es posible que una persona que afirma visitar esporádicamente la fábrica sea recompensada con sumas millonarias mientras los trabajadores sufren amenazas de despido por conflictos laborales?

Antecedentes; de Eva Cárdenas, Feijóo y María del Mar Sánchez Sierra en México. ( escuchar audio )

Según informaciones publicadas por Xornal Galicia , el dueño de Sargadelos Sr Segismundo expreso públicamente su malestar por la escasa ayuda recibida tras contratar a Eva Cárdenas Botas, una figura cercana al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. En declaraciones filtradas, Segismundo Álvarez —representante de Sargadelos— afirmó que pagaba a Cárdenas sin que esta desempeñara funciones relevantes en la empresa, limitándose a visitas esporádicas. Estas acusaciones, lejos de ser anecdóticas, han alimentado rumores sobre el uso indebido de fondos públicos y posibles favoritismos políticos que dan un toque especial a los últios acontecimientos entre Sargadelos y las instituciones públicas.

Estas preguntas no son meras especulaciones. Según documentos obtenidos por medios críticos, Eva Cárdenas estaría vinculada a figuras controvertidas como Lino de Prado Sampedro , histórico socio de Inditex en México y señalado por su implicación en operaciones irregulares relacionadas con Pemex. Además, su cercanía con María del Mar Sánchez Sierra , asesora de Feijóo y protagonista de múltiples escándalos de corrupción, añade otra capa de opacidad al caso.

Feijóo: el gran ausente en la rendición de cuentas

El papel de Alberto Núñez Feijóo en esta trama es, cuanto menos, incómodo. Como presidente del PPdeG y figura central de la política gallega, su relación con Eva Cárdenas debería ser irrelevante en términos institucionales. Sin embargo, la acumulación de indicios sugiere que su influencia personal y política ha permeado en decisiones empresariales y administrativas que afectan directamente a Galicia.

El caso de María del Mar Sánchez Sierra es especialmente ilustrativo. Denunciada por desviar millones de fondos públicos a través de México y señalada por su gestión opaca del Consello Asesor de Telecomunicacións e Audiovisual de Galicia (RETEGAL) con vinculos directos a REDEGAL , sigue ocupando un cargo clave en el entorno de Feijóo. Su permanencia en el equipo del presidente del PPdeG, pese a las múltiples acusaciones en su contra, levanta serias dudas sobre la capacidad de Feijóo para garantizar la transparencia y la ética en su gobierno.

Un sistema podrido: amiguismo, impunidad y falta de control que navega a su aire en las cloacas del poder

El caso de Sargadelos no es un hecho aislado, sino un síntoma más de un sistema político y empresarial profundamente deteriorado donde las cloacas ya desprenden mal olor. Desde las prácticas laborales inseguras hasta los contratos millonarios otorgados sin justificación, pasando por la utilización de recursos públicos para fines personales, todo apunta a una estructura de poder que opera al margen de cualquier control democrático.

Las instituciones gallegas, lejos de actuar como garantes de la transparencia, parecen cómplices de este estado de cosas. El silencio de partidos como el PSdeG, En Marea, BNG o Podemos ante casos tan evidentes de malversación y nepotismo es imperdonable. Los ciudadanos gallegos merecen respuestas claras y compromisos firmes para erradicar estas prácticas corruptas.

La Oposición debe asegurar el camino hacia un futuro más transparente

La trama de Sargadelos, Eva Cárdenas y Feijóo no es solo un escándalo más. Es un recordatorio de que, en Galicia, el poder sigue concentrado en manos de unos pocos, que utilizan sus conexiones y recursos para perpetuarse en él, a costa del bienestar de la mayoría. Si queremos construir una sociedad más justa y equitativa, es imperativo que exijamos transparencia, responsabilidad y justicia. Porque Galicia no puede seguir siendo rehén de intereses oscuros y privilegios injustificados.