Hay personas que gracias a haber nacido con unas virtudes y unas facultades excepcionales, y que han elegido el mantenerlas, son capaces de percibir hechos del pasado, presente y futuro los cuales son inaccesibles a la mayoría de los humanos.
Los seres humanos han buscado desde siempre medios para aplacar sus ansiedades y sus recelos. De esta forma empezaron a ver en las cosas que les asediaban signos puestos en sus caminos por los dioses. Estos podrían ser los movimientos de los astros en el cielo, las formas que tenían algunos objetos, las características que describe el humo al salir del fuego entre otras muchas cosas y todas ellas llevaban consigo un sentido.
Pero todo esto tenía un gran problema, que era el de conseguir interpretar todos estos signos, y esto no era capaz de hacerlo cualquiera.
Entre un gran número de gente, solo algunos poseían la capacidad de conseguir desentrañar todos estos indicios y explicarlos a los demás. Estos eran los videntes.
¿Que es un vidente?
Los videntes son personas que nacen con unas habilidades psíquicas, las cuales les hacen entender hechos del pasado y del presente así como también interpretar lo que puede llegar a ocurrir en el futuro, con respecto a otras personas. Hay que aclarar que no todas las personas que nacen con estos dones, se dedican a la clarividencia, pues por sus propios medios, por miedos, influencias, estilos de vida o involuntariamente se apartan de este mundo.
La clarividencia se destaca principalmente por la captación de fenómenos que van más allá de los sentidos, pues estos llegan al vidente a través de diferentes medios, como puede ser la telepatía y los sueños entre otras alternativas.
¿Quién puede ser considerado vidente?
Para ser un vidente es necesario haber nacido con esa facultad psíquica, pero está claro que no todas estas personas desarrollan su completo potencial a medida que van creciendo.
Existen muchas escuelas que se encargan de tratar de reanimar esa videncia natural con la que unas personas han nacido, pero por el motivo que sea según fueron creciendo lo fueron cubriendo.
Religiones como el Budismo y el Taoísmo, son formas de vida que apoyan mucho a esa parte interior que tienen estas personas, que junto con la meditación ayudan a desarrollar al máximo esta habilidad.
Por lo tanto las pocas personas que poseen este don, lo han desarrollado y lo saben usar, son los llamados videntes naturales. Estas personas no han necesitado estudiar ni tratar de emerger su videncia, constantemente la han tenido presente y la han tratado con cuidado y respeto.
¿Por qué acudir a un vidente?
La existencia está llena de dudas, pero cuando estas son sobre la propia vida, cuando se necesita aclarar eventos del pasado o hay incertidumbres sobre el futuro, es el momento de acudir a un vidente de reconocido prestigio como Lucía Prados.
Son muchas las situaciones en las que se necesita aclarar los pensamientos.
Es muy probable que uno se encuentre saturado de oír qué es lo correcto que se debe de hacer y qué es lo incorrecto. Todos sabemos que una de las cosas más fáciles de esta vida es dar consejos.
Pero las personas en tesituras duras, que se enfrentan a bloqueos internos, miedos e indecisiones, lo que menos les hace falta son consejos de terceros sin ningún criterio. En estas ocasiones lo que de verdad se necesita es un profesional que pueda aclarar las dudas.
Por esos la mejor opción es acudir a un vidente, él sabrá cómo afrontar las situaciones y aconsejar a sus clientes sobre las medidas que puede tomar.
Las ventajas de recurrir a un vidente.
Un clarividente con su don que le consiente ayudar a las demás personas para que estas puedan tomar las mejores decisiones. Se convierte en un guía espiritual en esos instantes en donde una persona se siente sin rumbo, ellos guiaran a su cliente por el camino correcto.
Cuando no se tiene un enfoque claro y los desórdenes llegan a nublar la mente, los videntes proporcionarán la tranquilidad y serenidad, que es lo que se necesita en esos períodos.
Ayudan a las personas a conocerse a sí mismas, de esta forma es más fácil controlar los sentimientos y las emociones.
Transmiten paz, una ayuda ideal para poner fin a las preocupaciones.
Pero hay que tener claro que se trata de poder ver más allá de las cosas, conseguir concebir el pasado y presente de una persona, sus problemas, ansiedades, emociones… y dar una respuesta como guía sobre qué hacer en el futuro; pero es el cliente el que decide que hacer y que no; el vidente sólo guía sobre el mejor camino a tomar ante cierta circunstancia, fundándose en lo que ve.