La Tarjeta Sanitaria Europea es un recurso muy práctico si estás haciendo un viaje a lo largo de la Unión Europea. A nadie le gusta ponerse enfermo cuando está de viaje… pero podría llegar a ocurrir. Y si pasa, lo mínimo es tener toda la documentación en regla para poder acudir a cualquier hospital de la UE y recibir la asistencia médica que necesitemos.
Este es precisamente el cometido de la Tarjeta Sanitaria Europea.
Las estadísticas han revelado que es Galicia la Comunidad Autónoma en la que más se solicita, aunque el incremento de solicitudes se ha incrementado en prácticamente cualquier Comunidad.
Puedes solicitarla fácilmente aquí, pero antes te animamos a seguir leyendo para conocer sus características.
¿Qué es la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE)?
La TSE es un documento único e intransferible que tan solo podrá utilizar el titular de la tarjeta. Acredita al portador como usuario activo del sistema sanitario europeo; es decir, que podrá recibir asistencia médica en hospitales, centros médicos y en ambulatorios de cualquier país de la UE y del tratado Schengen.
Cómo ocurre con el SIP, la TSE cuenta con su propio número de afiliación.
De momento, no es obligatoria, aunque se especula que lo será con el paso del tiempo.
¿Cómo funciona la TSE y que coberturas tiene?
La INSS es el organismo que se encarga de emitir la tarjeta. Cuando ya esté en nuestras manos, su uso será similar a cómo usamos la SIP en España: en el momento en el que nos presentemos en un centro sanitario, será tan sencillo como presentar la tarjeta sanitaria europea acompañada de nuestro DNI (si no se aporta el DNI, la TSE no será válida).
Cuando el facultativo pase la tarjeta, el código de identificación del TSE se empleará para cargar la factura a nuestro país.
La cobertura de la TSE tan solo incluye las atenciones que necesita un paciente para permanecer con normalidad en el país. Están excluidos los tratamientos de enfermedades crónicas, o aquellos que están programados para ser dispensados a la vuelta. El médico correspondiente hará una valoración en base a la situación del paciente (no hay una lista de coberturas listadas).
Hay ciertos países, como en Alemania, en el que tan solo hay cobertura para casos de urgencia; la razón de ello es que allí se obliga al ciudadano a que contrate un seguro sanitario.
Caduca a los 2 años desde la expedición y habrá que renovarla para que vuelva a ser operativa de nuevo.
¿Qué hace falta para solicitar la TSE?
Tan sólo hará falta ser trabajador en activo y estar cotizando en la Seguridad Social. Pero también hay ciertas situaciones excepcionales que permiten al portador hacerse con la tarjeta: por ejemplo, trabajadores que tengan un contrato a tiempo parcial, individuos que cobren una prestación por desempleo, etc.
Teniendo en cuenta que todo son ventajas, vale la pena hacérsela y tenerla por si acaso.