
Escoger una lavadora no es una decisión que se deba tomar a la ligera. Es uno de los electrodomésticos que más se usa en el hogar, además de afectar de manera muy directa al consumo energético.
De ella, va a depender el cuidado de la ropa (que a veces es muy cara) y parte de la comodidad del día a día. Por eso, es necesario tener en cuenta una serie de factores clave antes de comprar una.
¿Qué capacidad debe poseer la lavadora?
Está entre los aspectos más importantes a la hora de adquirirla. De hecho, uno de los errores más comunes es quedarse corto, lo que hace que a medio plazo la lavadora se estropee.
- Para personas que viven solas o parejas: una lavadora de 5 a 7 kilos.
- Familias con hijos: modelos de 8 a 10 kilos.
- Hogares con más de tres hijos o si se quieren lavar prendas voluminosas: lavadoras de 12 a 15 kilos.
La eficiencia energética es más importante que nunca
Este electrodoméstico es uno de los que más electricidad consume, ya que tiene que calentar el agua al lavar.
Por eso, conviene elegir aquellas máquinas con clasificación A o B, que son las que menos gastan. Son más caras, pero a medio plazo son muy rentables al consumir una cantidad menor de electricidad.
También hay que estar atentos al gasto de agua, ahora lo indican en las etiquetas, ya que el coste de esta no para de subir y en algunas ciudades es muy cara.
Hay varios tipos de lavadoras
Aunque parece que todas las lavadoras son iguales, lo cierto es que hay tres formatos diferentes.
- Carga frontal. La que conocemos de siempre y el modelo más común en Europa. Ofrece un mejor centrifugado y una mayor eficiencia energética.
- Carga superior. Como su nombre indica, se carga por la parte de arriba. Es ideal para las personas que no se pueden agachar, o si la lavadora está en una zona tan estrecha que no es posible abrir la puerta de una de carga frontal.
- Lavadora-secadora. En un solo aparato combina la lavadora y la secadora. Es algo cara, pero una solución excelente para los pisos pequeños.
Debemos fijarnos en la velocidad del centrifugado
Una cifra en la que casi nadie repara es la de la velocidad del centrifugado. Se expresa en rpm, como en los coches, y es importante porque de ella depende lo seca que sale la ropa.
Lo ideal es que la cifra sea alta, entre las 1.200 y las 1.600 rpm. Eso hace que la ropa salga más seca, reduciendo el tiempo que hay que emplear para que seque por completo.
Bajo nivel de ruido y vibración
La mayoría de las personas vive en pisos, de manera que conviene que la lavadora haga poco ruido. Eso se expresa en una pegatina y lo podemos ver antes de adquirir el electrodoméstico.
Es mejor comprar una lavadora incluso con sistemas antivibración, pues combinando esto con lo anterior, el ruido que emite será menor.
Como consecuencia, habrá menos molestias en casa y no nos pelearemos con los vecinos (en muchas comunidades hay conflictos por los ruidos al poner la lavadora muy temprano o incluso de madrugada).
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