Desde marzo de 2020, el mundo ha tenido que lidiar con la pandemia de COVID-19 y sus efectos en la sociedad global. Ha sido una época difícil, marcada por cuarentenas y confinamiento, estrictas reglas sanitarias, economías enteras en paro y la eterna amenaza del colapso hospitalario. la educación no ha sido la excepción.
Millones de familias han tenido que idear formas de educar a sus hijos ante el cierre de escuelas para evitar contagios. Plataformas digitales como BuscaTuProfesor.es han salido al paso, ofreciendo herramientas y profesores particulares a distancia. Pero estos nuevos cambios han dejado atrás a muchos niños.
El día de hoy, vamos a darle un vistazo al impacto de la pandemia en la educación mundial.
Problemas e insuficiencias
Uno de los efectos más inmediatos de la pandemia sobre la educación fue exponer las carencias administrativas y de planificación, especialmente a nivel gubernamental. Países enteros cerraron sus escuelas sin un plan de contingencia, esperando semanas o meses para crear protocolos de educación a distancia. Fue una respuesta lenta e inadecuada.
Una vez que las escuelas comenzaron la transición hacia la educación a distancia, nuevos problemas surgieron, y otras insuficiencias fueron expuestas. Por ejemplo, la gran mayoría de los maestros no tenía experiencia en crear versiones digitales de sus clases, ni mucho menos diseñar lecciones para la educación a distancia.
En muchos casos, no tuvieron el tiempo suficiente para preparar estos cursos, ni el apoyo de las autoridades o escuelas para la digitalización de sus clases. Por si fuera poco, muchos maestros en el mundo entero tuvieron que usar sus propias portátiles para trabajar, a menudo sin las prestaciones necesarias para dar clases a distancia.
Transformación tecnológica
Desde hace años, la educación ha ido incorporando nuevos elementos tecnológicos. Poco a poco, en un proceso progresivo, las aulas llegaron a tener proyectores de video, portátiles, y Wi-Fi, entre otras cosas. Pero la pandemia aceleró el proceso de transformación tecnológica de forma inaudita. De la noche a la mañana, el mundo digitalizó la educación.
Claro, este proceso acelerado se saltó muchos pasos. La transformación fue improvisada y estuvo plagada de problemas. Muchos profesores no sabían usar las aplicaciones de videoconferencia, o no sabían cómo crear evaluaciones que pudiesen administrar de forma remota, o no tenían una conexión a internet de suficiente velocidad como para dar clases.
Sin embargo, a más de un año del inicio de la pandemia, existe cierta ambivalencia sobre la educación remota. Muchos educadores esperan con ansias que la pandemia ceda para poder volver a las escuelas, pues temen que el modelo remoto no educa a los estudiantes lo suficiente. Otros abogan por no abandonar estas tecnologías después de la pandemia.
Desigualdad y brechas digitales
Por último, pero no menos importante, la pandemia ha resaltado el impacto de la desigualdad en la educación mundial, especialmente a través de las nuevas brechas digitales. A medida que más partes de la educación se digitalizan, los estudiantes de bajos recursos y sin acceso a la tecnología o el internet se quedan rezagados.
Si bien muchos países tienen programas educativos que reparten portátiles o tablets a niños en edad escolar, especialmente de bajos recursos o en educación pública, el internet de alta velocidad no está disponible en todas las zonas, especialmente las más humildes.
A menudo, las familias de bajos recursos o que habitan zonas rurales tienen planes básicos de baja velocidad, o solo tienen internet en sus móviles. Esto dificulta enormemente el aprendizaje de sus hijos en mundo que parece gravitar cada vez más hacia la educación digital y a distancia.