La traducción: creatividad y método
Traducir un texto requiere conocer en profundidad el idioma de origen (lengua fuente) y el idioma de destino (lengua meta). El texto original está escrito con una clara intención. Para ello se usan determinados recursos lingüísticos. El objetivo de un buen traductor es trasladar esa misma intención en el texto traducido.
Vamos a repasar algunos rasgos del contexto en el que se desarrolla esta profesión.
Traducir hacia la lengua nativa
Como se ha indicado, es imprescindible un absoluto dominio de la lengua meta. Esto implica no solo conocer el vocabulario y la gramática, sino sobre todo dominar los matices de la lengua. Este nivel se consigue si el profesional de la traducción domina la lengua meta a nivel nativo. Es un proceso que requiere de formación específica además de un aprendizaje continuo sobre la temática a traducir. Por este motivo, muchos traductores se especializan en temas concretos: jurídicos, económicos, lenguaje técnico, médico, etc.
Método de calidad
Otro aspecto de vital importancia es el cumplimiento de un proceso metodológico. En este sentido, el sector de la traducción dispone de la norma europea de calidad UNE 17100 que desgrana y comprueba el método a seguir. Dicha norma incide en que sea un nativo de la lengua de destino el que acometa la tarea. Y, además, establece que en el proceso intervenga un revisor que garantice la calidad del texto.
Por otro lado, la norma incide en la necesidad de que el traductor posea estudios superiores de traducción e interpretación, así como experiencia acreditada en la temática a traducir.
Especialización
Dado que los idiomas van evolucionando con el tiempo, es muy importante la actualización constante. También existen estilos propios definidos por el autor de origen, el contexto para el que se necesita la traducción o el estilo de comunicación que marca ese contexto. Un buen traductor tiene que informarse de todos estos criterios antes de acometer el trabajo. Dentro de este ámbito los glosarios terminológicos son de vital importancia. De hecho, hoy en día son una herramienta esencial del traductor profesional. La razón es que ayudan a mantener la homogeneidad del texto y permiten responder a demandas específicas del cliente. Además, agilizan el proceso. Los glosarios alimentan las memorias de traducción que utilizan las tecnologías TAO (Traducción Asistida por Ordenador). Todo traductor que se precie domina dichas tecnologías.
Conclusión
Hemos realizado una breve revisión de los elementos básicos de la traducción. En todo caso, siempre es recomendable solicitar un presupuesto a una empresa de traducción y dejarse orientar por profesionales en la materia. Ellos sabrán cómo enfocar la traducción de un texto considerando qué necesita el cliente para que su comunicación sea de calidad.